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lunes, 27 de enero de 2014


Güevos” fritos con patatas: Si nos fijamos bien, comprobaremos que en castellano es difícil pronunciar el diptongo ue en posición inicial sin ponerle delante, aunque sea de forma leve, un sonido consonántico. Sin embargo, durante el siglo XVII, cuando la población no estaba alfabetizada y no leía, recordémoslo, se hizo costumbre escribir esas palabras con una g con diéresis (güevo, Güesca).

miércoles, 8 de enero de 2014



F
¿Hernández o Fernández? En el siglo XVI, en pleno Renacimiento, se hizo un esfuerzo por recuperar la f- inicial de las palabras de origen latino que el castellano había perdido de forma general. En unas ocasiones se logró, en otras no, y en determinadas casos se crearon dobletes, es decir, dos formas distintas de una palabra, especialmente en nombres propios (Hernando y Fernando, Alonso y Alfonso, Hernández y Fernández), pero también en nombres comunes (forma y horma, fastidio y hastío, hecha y fecha, forma originada por la costumbre de anotar siempre al final de un documento: “fecha –por hecha– esta carta el día tal de cual...”).